Juliette, una joven estudiante de arte, que viaja a Roma en busca de material para su trabajo de fin de carrera, allí conocerá a Gabriel, un chico que la salvara de morir a manos de unos extraños, que entran de improviso en el hotel donde se aloja.
Allí, comenzara una aventura que no solo revelara secretos ocultos desde hace años, si no que hará que sus protagonistas descubran su pasado.
Un pequeño adelanto ....
En ese momento, ocurrió algo inesperado un hombre se metió entre ellos y yo, era igual de corpulento y alto, pero a diferencia de ésos hombres, intentaba protegerme, era la criatura más perfecta que había visto antes comparable al David de Miguel Ángel.
Empezaron hablar en una lengua desconocida, que no era italiano, ni ningún otro idioma conocido, era una especie de dialecto que solo ellos conocían.
Comenzaron a gritar con la intención de que él se apartara de su camino, pero no accedía, los ojos de los agresores eran de color rojo intenso, y su furia aumentaba por momentos, me empujó hacía atrás, mi espalda chocaba con el mostrador de la recepción, sus brazos fuertes como cadenas me mantenían oculta y me impedían cualquier movimiento.
Su voz cálida y a la vez contundente, logró calmar los ánimos y terminaron por irse.
Se dio la vuelta hacía mí, por fin veía su rostro, era tan perfecto que no parecía humano, su mirada era tan fría y distante,que por un momento me dejó sin respiración, soltando mis brazos y sin decir una sola palabra se fue.
- Se encuentra bien señorita - me dijo el recepcionista aún temblando
- Creo que sí - creía porque en realidad estaba a punto de desmayarme.
- Voy a llamar a la policía.
La policía nos hicieron algunas preguntas y tomó las oportunas anotaciones de los hechos para la denuncia, aunque según nos explicaron podría tratarse de unos atracadores buscando un botín.
La verdad su teoría no me convencía demasiado, ésos hombres no querían robarme sino matarme, y seguro lo habrían conseguido de no ser por ése desconocido o ángel misterioso que se metió en su camino.
